El Cooperativismo es una doctrina económico social basada en la conformación de asociaciones económicas cooperativistas en las que todos los miembros son beneficiarios de su actividad según el trabajo que aportan a la actividad de la cooperativa. El trabajo que aporta cada socio de una cooperativa se convierte en beneficio para él mismo y, para todo el grupo de trabajo conformado por todos los miembros de la cooperativa.
El Cooperativismo promueve la libre asociación de individuos y familias con intereses comunes. Su intención, es poder construir una empresa en la que todos tienen igualdad de derechos y en las que el beneficio obtenido se reparte entre sus asociados según el trabajo que aporta cada uno de los miembros.
A nivel Económico su objetivo es la reducción del precio de venta, de compra, mejorar la calidad de vida de los participantes, etc.
Como organización social, el cooperativismo promueve la gestión democrática y la eliminación del beneficio capitalista. Esto, además de defender el trabajo como factor generador de la riqueza.
El sistema cooperativista tiende a convertirse en centros de formación, fortaleciendo los valores humanos, sociales, de colectivo y, por supuesto, del Cooperativismo.
HISTORIA DEL COOPERATIVISMO
El Cooperativismo emerge como una iniciativa de socializar la propiedad de la producción mediante la valoración del trabajo como factor primordial de la producción por encima del capital. Los primeros registros del cooperativismo datan de mitad de siglo XIX cuando en Inglaterra nacen las primeras cooperativas de consumo.
Posteriormente, en Francia se originan las de producción. Las de créditos nacen en Alemania. Luego, a finales de ese mismo siglo, el cooperativismo llegó a Latinoamérica con los torrentes de inmigrantes europeos a Argentina, Uruguay y Sur de Brasil.
En nuestros países, el cooperativismo llegó a partir de 1930 por lo que se hace un sistema aún nuevo, además de que, básicamente se ha limitado principalmente al ahorro y crédito y al consumo así como a las áreas de producción.
VALORES COOPERATIVISTAS
El Cooperativismo, como propuesta que busca el bien común de un grupo de personas, que se asocian y se organizan en una empresa para el alcance de un objetivo, se orienta por los siguientes valores:
- Ayuda Mutua: El grupo que asume una cooperativa mantiene una interrelación de apoyo, de trabajo individual en función de la meta común.
- Responsabilidad: Todas las personas que conforman un grupo cooperativo están pendientes de cumplir siempre el trabajo que les corresponde. Nunca se permite que el logro del equipo se pare por haber pospuesto alguna tarea.
- Democracia: La máxima autoridad dentro de un grupo cooperativo es la reunión en Asamblea de todos sus integrantes. Las decisiones se toman entre todos.
- Igualdad: Todos los miembros de un grupo cooperativo tienen los mismos derechos y deberes. La asignación de cargos directivos tiene un fin cooperativo pero no existen privilegios especiales.
- Equidad: Los cooperativistas se comportan siempre de manera justa y equitativa, entendiendo que el reconocimiento del trabajo aportado por cada asociado es la base del buen funcionamiento de una empresa cooperativa.
- Solidaridad: El cooperativista siempre está dispuesto a dar apoyo a otras personas. Jamás es indiferente a la injusticia ni al atropello de la dignidad humana.
PRINCIPIOS COOPERATIVISTAS
Las Cooperativas ponen en práctica sus valores a partir de los principios básicos del cooperativismo. Principios en los que se asienta el trabajo de las cooperativas como líneas maestras de su funcionamiento.
Los principios cooperativos son pautas por las cuales las cooperativas ponen en práctica sus valores.
1. Membresía voluntaria y abierta
Las cooperativas son organizaciones voluntarias, abiertas a todas las personas capaces de utilizar sus servicios y
dispuestas a aceptar las responsabilidades de la membresía, sin discriminación de género, social, racial, política o
religiosa.
2. Control democrático de los miembros
Las cooperativas son organizaciones democráticas controladas por sus miembros, que participan activamente en el
establecimiento de sus políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y mujeres que sirven como representantes
elegidos son responsables ante los miembros. En las cooperativas primarias, los miembros tienen los mismos derechos de
voto (un miembro, un voto) y las cooperativas en otros niveles también se organizan de manera democrática.
3. Participación económica de los miembros
Los miembros contribuyen equitativamente y controlan democráticamente el capital de su cooperativa. Al menos parte de
ese capital suele ser propiedad común de la cooperativa. Los miembros generalmente reciben una compensación limitada, si
la hay, sobre el capital suscrito como condición de membresía. Los miembros asignan excedentes para cualquiera o todos
los siguientes propósitos: desarrollar su cooperativa, posiblemente mediante la creación de reservas, parte de las
cuales al menos serían indivisibles; beneficiando a los miembros en proporción a sus transacciones con la cooperativa; y
apoyar otras actividades aprobadas por los miembros.
4. Autonomía e independencia
Las cooperativas son organizaciones autónomas de autoayuda controladas por sus miembros. Si firman acuerdos con otras
organizaciones, incluidos los gobiernos, o recaudan capital de fuentes externas, lo hacen en términos que garanticen el
control democrático por parte de sus miembros y mantengan su autonomía cooperativa.
5. Educación, formación e información.
Las cooperativas brindan educación y capacitación a sus miembros, representantes electos, gerentes y empleados para que
puedan contribuir de manera efectiva al desarrollo de sus cooperativas. Informan al público en general, especialmente a
los jóvenes y a los líderes de opinión, sobre la naturaleza y los beneficios de la cooperación.
6. Cooperación entre cooperativas
Las cooperativas sirven a sus miembros de manera más efectiva y fortalecen el movimiento cooperativo trabajando juntos a
través de estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.
7. Preocupación por la comunidad
Las cooperativas trabajan para el desarrollo sostenible de sus comunidades a través de políticas aprobadas por sus
miembros.